El mundo de los videojuegos ha sido fascinante este año, lleno de lanzamientos asombrosos y joyas más discretas pero de una calidad excepcional. Entre todas estas expectativas, Starfield de Bethesda para Xbox y PC era uno de los títulos más esperados.
La apuesta de Bethesda con este juego ha sido significativa, sobre todo considerando su historial de lanzamientos, siendo su última creación el Fallout 76, que no fue bien recibido, dejó ciertas expectativas en alto para esta nueva IP. Es cierto que Bethesda ha publicado muchos títulos notables bajo su sello, pero no son exclusivamente suyos, provienen de estudios asociados a la compañía, lo cual marca una diferencia importante.
El juego finalmente salió, y además, llegó al Game Pass para PC y Xbox. Sin embargo, mi experiencia con Starfield fue un tanto agridulce.
No puedo decir que sea un mal juego, de hecho, se asemeja a un Fallout simplificado pero ambientado en el espacio. La trama es interesante, al menos hasta donde he avanzado, y cuenta con personajes curiosos. A nivel visual, aunque no alcanza los estándares de los juegos actuales, tiene un buen rendimiento gráfico.
Sin embargo, aquí es donde las cosas se tornan complejas. Creo que Bethesda intentó convencer a todos de que Starfield sería una experiencia de juego masiva. Aunque la historia en sí no es demasiado extensa si te enfocas exclusivamente en ella, el juego está diseñado con una multiplicidad de sistemas que, si no te sumerges en ellos y los desarrollas, obstaculizan constantemente la progresión de la historia principal.
Este es, para mí, el mayor inconveniente de Starfield, no solo es un nuevo Fallout en el espacio, sino que también requiere viajar y explorar planetas al estilo "No Man's Sky". Te insta a construir y administrar una base, gestionando recursos y personal, a medida que conoces a nuevas personas. Incluso presenta mecánicas similares a juegos como Satisfactory, donde debes automatizar sistemas para que funcionen sin tu presencia.
Pero eso no es todo; también debes aprender a gestionar, mejorar y crear naves para realizar actividades en el juego. Mientras viajas entre planetas, te enfrentas a naves enemigas que se vuelven más difíciles de derrotar a medida que progresas. Además, el tema del inventario extremadamente limitado y la gestión de recursos para crear sistemas de almacenamiento añaden un componente de juego de supervivencia.
Todos estos sistemas son atractivos y ofrecen incontables horas de juego, pero no encajan con mi situación actual. No dispongo del tiempo necesario para dedicar 150 horas a un solo juego, sobre todo cuando implica tareas tediosas que afectan negativamente mi experiencia.
Por si fuera poco, me incomoda sentirme como un mensajero constante en el juego, a cada paso, alguien necesita desesperadamente mi ayuda para tareas totalmente triviales. Aunque son misiones opcionales, termino acumulando un sinfín de ellas en el menú del juego sin ni siquiera haber hablado con los personajes que las ofrecen.
Además, siendo un juego de Bethesda, los errores y bugs son una presencia común. Entiendo lo complejo que puede ser desarrollar un juego de esta magnitud, pero entre misiones incompletas, elementos que desaparecen, reinicios inesperados y otros problemas, la experiencia se vuelve tediosa.
En definitiva, no puedo afirmar que Starfield sea un mal juego, simplemente no se alinea con mi situación actual. Me molesta un poco la tendencia de las grandes compañías de lanzar juegos AAA con una lista de requisitos que apelan a una audiencia masiva, y Starfield cumple con todos esos puntos. Sin embargo, por mi parte, terminé abandonando el juego en busca de experiencias más simples y satisfactorias. Tal vez, en tu caso, sea diferente y puedas disfrutarlo, pero yo añoro los tiempos más sencillos en el mundo de los videojuegos.
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